Todas las compañías de seguros europeas están obligadas a explicar su situación financiera y de solvencia usando la misma estructura y las mismas reglas de cálculo de Solvencia II (arts. 290 y siguientes del Reglamento Delegado (UE) 2015/35, de la Comisión, de 10 de octubre). Este informe obligatorio puede encontrarse en la página web de cada compañía y facilita la comparación entre unas y otras, el nuestro puede descargarse aquí (ejercicio 2017).

Un seguro de vida es una promesa de pago que se materializa en caso de que ocurra la contingencia asegurada: el asegurado, por tanto, deposita su confianza en la Compañía aseguradora para que nunca le falten los capitales pactados cuando más los necesite. Las cifras demuestran que las aseguradoras no sólo han mantenido su margen de solvencia los últimos años, incluidos los de la crisis, sino que dicho margen no ha dejado de crecer, lo que indica que es un sector muy sólido.

El reglamento que  regula el sistema de cálculo de la solvencia de las compañías de seguros europeas contiene 121 fórmulas matemáticas distintas. Se podría decir que calcula prácticamente todo lo que puede pasar.

¿Qué son el activo y el pasivo?

El activo de una sociedad representa el valor de sus bienes y derechos. El pasivo representa el valor de sus obligaciones y compromisos.

¿Qué son los fondos propios?

La diferencia entre activos y pasivos son los recursos propios de la empresa, aquellos que están disponibles para hacer frente a eventualidades futuras. Lógicamente, cuanto mayor sea el nivel de recursos propios de una empresa en relación con los pasivos, mayor será su nivel de solvencia.