El Factor de Sostenibilidad es una de las dos nuevas variables que añade la aprobación de la última reforma del sistema de pensiones en 2013.

La primera de ellas es el índice de revalorización anual (IR), sustituye al IPC y se aplica desde el 1 de enero de 2014. El índice de revalorización toma en consideración variables que inciden en los ingresos y gastos totales del sistema además de otros parámetros que sirven para establecer el importe de las pensiones contributivas.

En ningún caso podrá ser inferior al 0,25% ni superior a la variación interanual del IPC a diciembre del año previo al de su aplicación, más 0,50%.

Afecta a todos los pensionistas, actuales y futuros.

La segunda es el Factor de Sostenibilidad (FS) que afecta al cálculo de la primera pensión de los nuevos jubilados, ajustando el importe de la pensión a la esperanza de vida que exista en ese momento. La reforma de 2013 establecía que su entrada en vigor sería el 1 de enero de 2019, con revisiones cada 5 años en función de la evolución de esperanza de vida.

Afecta a los nuevos jubilados a partir de 2019 o, si se aprueban los actuales Presupuestos Generales del Estado que se están tramitando en las Cortes, a partir del año 2023.

¿Por qué se introduce el Factor de Sostenibilidad?

La esperanza de vida ha aumentado de forma constante y considerable durante las últimas décadas y, afortunadamente para todos, se prevé que lo siga haciendo en el futuro.

Un jubilado que alcanzara la edad de 65 años en 1975 tenía una esperanza de vida de 15,24 años. En 2015 la esperanza de vida a la misma edad había aumentado más de 5 añoshasta los 20,84 años y se proyecta que en 2036 la esperanza de vida a los 65 años estará en los 23,45 años (media entre hombres y mujeres según datos del INE).

El Factor de sostenibilidad se implementa con el objetivo de que los jubilados perciban durante todo su retiro el mismo importe que si se hubiesen jubilado con anterioridad, es decir cobrarán lo mismo aunque vivan más tiempo, puesto que la pensión mensual será inferior para ajustar el aumento de la esperanza de vida. Esto conseguirá que el gasto en pensiones varíe mínimamente en las próximas décadas, aunque la previsión sea que los pensionistas actuales y futuros vivan más tiempo y por tanto el número de pensionistas se incremente en más de 6 millones de personas.

¿Cómo nos afectará a los que nos jubilemos a partir del 2019?

Aún deberíamos esperar a la cifra definitiva de la esperanza de vida a aplicar en el 2019, que tomaría como referencia el periodo 2012-2017, si aplicamos los datos publicados en los documentos anexos en la Ley 23/2013 que regula la aplicación del Factor de Sostenibilidad y analizamos la simulación para una persona que hoy tenga 40 años, sólo por la aplicación del factor de sostenibilidad (sin tener en cuenta el índice de revalorización), su primera pensión se reduciría un 8,88%.

Aplicando sobre el ejemplo anterior un índice de revalorización constante del 0,25% en lugar de una tasa de inflación del 1,3%, si consideramos que su esperanza de vida a los 67 años es de 20,85 años y que su base de cotización fuese de 24.000 €, el trabajador dejaría de percibir un total de 111.126,43 € a lo largo de toda su vida como jubilado, lo que supone un 18,14% menos que si no se aplicase el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización constante del 0,25% inferior a la inflación.

Si se aprueba el retraso de su puesta en marcha a partir del 2023, tomándose en cuenta para el cálculo el lustro 2017-2022, la reducción de la pensión aún sería mayor. El retraso previsto solo ‘salvaría’ a aquellos que se jubilen entre el 2019 y el 2023.

Simulación práctica del efecto del Factor de Sostenibilidad:

En definitiva, se mantenga o no la reforma de las pensiones de 2013 en su forma actual, lo que parece claro es que en algún momento la pensión pública de jubilación va a tener que reducirse por los siguientes motivos:

  • Tenemos una de las pensiones de jubilación públicas más generosas de Europa ya que de media un jubilado español recibe como pensión un 80% de su último sueldo.
  • Los sueldos de los nuevos jubilados son mucho más altos que los que los jubilados actuales (por tanto las nuevas pensiones son mucho más altas).
  • El sistema público de pensiones es un sistema de reparto en el que las cotizaciones de los trabajadores se usan para pagar las pensiones de los jubilados existentes, sin acumular por tanto ningún ahorro.
  • Al aumentar la esperanza de vida los jubilados cobran pensión durante un número creciente de años.
  • El envejecimiento de la población española, debido a la baja tasa de natalidad, hace que cada vez haya menos trabajadores cotizando para pagar las pensiones.

 

Por tanto cada vez es más necesario que planifiquemos adecuadamente nuestra jubilación acudiendo al ahorro privado. Estamos convencidos que la mejor forma de paliar la pérdida de poder adquisitivo que nos espera es mediante la contratación de seguros de vida-ahorro clásicos o tradicionales que son aquellos seguros de vida a largo plazo que, desde el primer momento y durante toda su duración, garantizan plenamente tanto los capitales como la rentabilidad asegurados al vencimiento.

La disminución de los importes de las pensiones públicas es una realidad que llegará, y seguramente nos esperan reformas adicionales que busquen la sostenibilidad del sistema y la equiparación de nuestras pensiones con el resto de países de nuestro entorno.

 

Puedes ampliar tu información en los siguientes enlaces:

El futuro de las pensiones en España

El derecho a conocer nuestra pensión de jubilación

Principales reformas del Sistema de Pensiones de Jubilación